miércoles, agosto 31, 2005

A la Dibam

Estimados:

Espero que lean mis líneas, ya que en ellas trataré de representar todas las condicionantes que me han llevado a querer pertenecer a su organización. Obviamente, cuando una entidad tan gravitante para el desarrollo y bienestar de mí nación, llama para que se le unan a sus filas, y se trabaje en pro del enaltecimiento de la cultura de nuestro país uno no duda, siquiera un segundo, en querer estar con ustedes.
Posicionar a la organización es, sin duda, uno de los desafíos más importantes que a un profesional de las comunicaciones se le hace. Mañana, habrán tantos factores e infinidad de actores que harán y promoverán el posicionamiento de la Dibam que, por el solo hecho de poder aportar hoy con mi esfuerzo, sería un honor realizar las tareas encomendadas para tal efecto.
En cuanto a mis capacidades soy una persona que viene caminando a través del espacio y el tiempo, debiendo sortear innumerables factores para convertirme en un licenciado en comunicación social y titulado de periodismo. Todo ello no lo hubiera logrado sin el cariño de mis padres, la amistad de mis vecinos más próximos y las creencia de mi universidad, en mis capacidades para afrontar una tesis que duró un año y 8 meses.
Fue en ese momento en donde me di cuenta del poder de la información, su almacenamiento, distribución, interconexión y disponibilidad. Factores que se cimentaron, por sobre manera, para lograr entender el compromiso que se debe adquirir a la hora de manipular y administrar la investigación.
Desde que se me ha encomendado una función, sea ésta de carácter administrativo, analista o de coordinación, no he dejado de lado la esencia de las comunicaciones sociales y el valor que conlleva dar cuantía a la información. En todas mis labores anteriores, di por sentado que soy una persona con profundos valores cristianos, con un exacerbado respeto por los demás e integridad hacia la labor y las responsabilidades que entrega un cargo.
Mientras estuve vinculado con mi último empleador (Santiago S.A. – Santandersantiago S.A.), fui activo integrante de las cuadrillas que se destinaban para apoyar Un techo para Chile. En campamentos y tomas se nos encomendó levantar las mediaguas y participar en los eventos para entregar éstas vivienda a familias de escasos recursos.
Estoy casado con Patricia Ríos Camacho y tenemos un hijo de 7 años, Nicolás. Mi familia es el pilar de mis actos, siendo ellos la motivación principal para expresar mi real y fiel propósito de lograr pertenecer a su organización; velar por que el interés común de la sociedad se vea beneficiado y ser un integrante más del extraordinario equipo que vela por mantener a salvo, vigente y potente nuestra identidad colectiva.
Sin más que acotar y esperando obtener una buena acogida, me despido,


Así me comuniqué para pertenecer a ellos.

Hache Samu Kija Olg.
Comunicaciones Corporativas, Estrategicas, Tácticas y Periodísticas.

miércoles, agosto 17, 2005

Los últimos serán los primeros

- Cubante 1.235.980.098,98:98, señor-
- Estamos aquí ya, descenderemos-
Desde hacía mucho que venían desplazándose los ejércitos del padre. A través del transporte seráfico se movían a gran velocidad; no obstante, ya había rotado demasiadas veces el planeta y se había perdido la situación temporal de la Tierra. En todo caso, el “cubante” era la información necesaria para saber la posición exacta de su arribo.
En un ambiente de tres dimensiones como es el nuestro, podemos distinguir la localización de algo a través de cuadrantes que son dibujados, a contraste y soporte con la superficie del planeta. Siendo así, en un ambiente de 4 dimensiones, en donde hay que darle localización a los espacios, lo más obvio sería cubicarlos, originándose los cubantes.

Caían los bondadosos en todas partes arrodillados, como haciendo una oración antes de comenzar. Al erguirse su estatura superaba los 7 metros de altura; no obstante, su desplazamiento no era torpe ni lento. Luego de unos minutos de oración miraban al firmamento como solicitando el premiso del padre.
Comenzó entonces el descenso de cientos de naves que transportaban a más seres igual que ellos, pero estos venían sentados comandado las naves y unas máquinas en el centro de ellas. Detrás venían quienes estaban el servicio de los bondadosos y esos si que eran millones.
Comenzó la bajada de los guardianes, quines tenían como misión resguardar el trabajo de los bondadosos y esparciéndose como cual ejercito se despliega, tomaron sus posiciones alrededor de las naves y de los magnánimos que ya estaban en la tierra.

También hacían su aparición en el firmamento los centinelas. Seres medianos que se mantenían en el aire como supervisando las acciones de todo el comando celestial. Se comunicaban entre si y se desplazaban raudos comunicando información a los bondadosos y dirigiendo a los guardianes.

Los últimos serán los primeros

“Se partirá en dos el techo del mundo.
Rugiendo el viento y temblando la tierra,
se oirán los pasos de los supremos.
Veréis, desde lo alto, descender seres de luz que,
por miles, han venido por los últimos; los cuales
deben ser los primeros.
Serán asistidos por sus máximos fieles, quines anunciarán
la llegada.
Contendrán el cielo, lucharán de frente,
trabajarán sin descanso y buscarán a los últimos,
dejando a los primeros.”

El firmamento de un momento a otro se partirá en dos y dejará un hueco en el cielo. Con una estridencia macabra, ya que el portal deberá ser abierto dentro de la estratosfera terrestre. Sin lugar a dudas, los Lonanondek preverán que los subyugadores tendrán el acceso, de la misma forma.
De un momento a otro se desplomará el encanto del techo del mundo y empezarán a bajar como centellas. Serán ellos que ya habrán llegado hasta nosotros, luego de haber viajado tanto.
Caerán como suspendidos, sin que la fuerza de gravedad los arrastre. Sus vestimentas de tela, flamearán mientras desciendan. Se podrán ver miles desde el portal, hasta que uno descenderá cerca de ti. Ahí sabrás cuan magníficos son quienes venían por nosotros, tal y como están pintados en los cuadros de las catedrales. Bellos sin parangón, pero tan similares a cualquiera.

Hermosos sin duda, serán quines vendrán con la misión de llevarnos antes que lleguen los subyugadores. Bondadosos será el calificativo para estos seres, que lo único que buscarán será lograr salvar la expresión de la raza humana (desde el último hasta el primero), del inminente destino que se confirmará para los habitantes del tercer planeta, en orbita, del sistema 5.
 
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