Mi intensión siempre fue que reconocieran mi esfuerzo para con la empresa, la cual me dio un lugar de trabajo y por ello estoy agradecido; sin tampoco olvidar que, además, me otorgó un diplomado en al universidad el cual llevo con orgullo. Sin embargo, la envidia y la ignorancia han prevalecido, derrotando mis buenas intensiones.
Se me coartó cada vez que mis capacidades profesionales veían, en el entorno, un fenómeno inherente al negocio financiero. Mi disposición profesional estuvo siempre dirigida para que el grupo, representado por mi empresa, se adelantara a los hechos. Sin embargo, el inconsciente colectivo, que se ha apoderado de gran parte de la plana ejecutiva, no dio cabida para mis observaciones.
Se ha preferido desligarme de la empresa, no con la intención de acatar la disposición del grupo para con sus directrices económicas y financieras. Muy por el contrario, se me trató de callar en varias oportunidades, pero mi profesionalismo fue más fuerte y yo seguí en pos de armar e informar hechos contingentes para mi organización; en consecuencia, quienes nunca estuvieron cómodos con mis capacidades, han abogado y logrado mi despido.
Espero que no se dejen intimidar por personas que solo buscan el beneficio particular y pregonan rectitud, mientras solo esperan que uno se doblegue ante sus designios; se les de en bandeja conocimiento gratuito, para luego jactarse de logros que ni siquiera pueden soñar.
“Hagan una organización flexible, valiente, decidida y de rápidos reflejos”
Me despido de quienes me vieron como una buena persona y también de quienes nunca me saludaron. A todos les deseo prosperidad y que cada día les mejore la vida. Conminándolos a que no se dejen amedrentar por personajes neófitos, que no saben que hacer a la hora de ver que la sabiduría anida en personas que están por debajo de su jerarquía.
La organización es buena, dentro de los términos generales en que está mi país. Así es que no desfallezcan y sigan trabajando por un futuro mejor para ustedes y quienes los rodean.
HSQO
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