Mi idea de escribir es para que alguien lea mis palabras. En especial todos quienes, de alguna u otra forma, saben quien soy y que he sido durante mi existencia en el planeta que, no se desde cuando, se le llama Tierra.
Obviamente mi cariño trasunta un poco más, y ese es el que también me motiva para que Nicolás, Isadora, Bruno,y Cristóbal logren alguna vez leer estas palabras y consigan encontrarles algún significado, para perfilar sus vidas.
Creo firmemente que el hombre debe, si tiene el más mínimo impulso, revelar las verdaderas circunstancias por las cuales nacimos, lo cual si pedimos; vivimos, lo que más mal hacemos; e inexorablemente morimos, hecho de facto que constantemente negamos.
Es de verdad cuando a ti se te pide que, por un minuto, te detengas en tu carrera y observes que sucede realmente. Esa detención debe ser muy bien aprovechada, ya que esos momentos te deben entregar los más importantes elementos para que tu nuevo pensamiento surja. Luego debes continuar el avance para alcanzar el progreso.
El perfeccionamiento debe acompañarte en la vida, para que se reafirmen tus nuevas convicciones adquiridas cuando lograste detenerte y observar. Desde ese momento, lograrás desglosar lo prohibido y analizaras el pro y lo hibido, completándose la capacidad mental que te han otorgado, para cuestionar quien eres tú.
En los momentos que me tocó vivir he estado al lado de tanto y tan poco que no me convenzo de que sea así. Pero la verdad es que no puede ser de otra forma, dada la estructura en la que hoy se compone la sociedad humana.
Esta es nuestra burbuja, este es nuestro laboratorio y no me da pena que sea así. Estamos todos inmersos en una conjunción de hechos que realmente nos parece ser que es historicidad, pero al final tenemos que acabar siendo esta manifestación la que los libros, revistas, diarios, radios y televisión hablarán. Acabamos de esta forma, ya que los señores de la guerra, muerte, enfermedad, felicidad y seguridad han de mantenerse en el lugar que por siglos han poseído. La única gran pena es que no puedo decirles quienes son, ya que no los conozco.
En mi tiempo los ministerios del desplazamiento, alimento, sufrimiento, frustración, atesoramiento y aturdimiento son los que más han sacado partido de la raza humana. Ganan lejos todos los galardones con los que puedes investir a organismos estructurados, más allá de nuestro entendimiento y conocimiento.
El homínido fue el punto de partida, para que los dueños de la verdad vieran con júbilo que era posible obtener, de la humanidad, las más variadas y múltiples condiciones y manifestaciones en todo el universo.
Estamos aquí siendo el más grande estudio en el cual nos vemos, inexorablemente, involucrados. Nos han establecido parámetros existenciales mortales, adscribiéndonos una infinidad de personalidades que, por lo menos y en mi caso, optan por hacer el bien.
Espero que, en lo que me tocó vivir, esté con buenas notas. Que a mis profesores celestiales les esté dando satisfacción los logros de su adiestrado. Sin olvidar y considerando que, de los humanos que se pudieron haber creado hasta mi nacimiento: Soy uno de los ejemplares más característicos y dueño de la más amplia gama de errores, falencias y traspiés.
Estamos supeditados por un orden que se ha inventado por medio de uno de los más brutales forjadores del ser humano: el dinero. Elemento con y por el cual moldeamos casi todo nuestra vida. No logrando concebir un ser que no esté de acuerdo al orden, si sus máximas están transversalmente opuestas con la riqueza monetaria. Advirtiendo el fenómeno de la existencia inundada por el peculio, como condición para la manifestación del aprecio el cariño y el respeto.
De negación y aceptación estoy compuesto, y la razón es el fragüe de mi comprensión. Más por el hecho de existir en el tiempo del terror, soy un convencido que vivo días de locura y horror.
En mi Dios he de confiar, el que me concibió como un ser inteligente, que sobrepasa muchas almas y está por debajo de millones. Este es mi tiempo y es el que se me ha dado parta comprender, y conocer. Establecer la verdad por sobre el prejuicio y contemplar el “monotoneismo” (un poco de monótono y otro de monoteísmo).
Ha tratado de concebir esto como una simbiosis, de un conjunto de hechos que sucedieron y están por suceder. Somos una mínima expresión, pero sin ella lo grande de este universo no estaría completo. A cada uno se le dio la oportunidad de creer y de conocer. Si se está dispuesto se logra, sino, te queda tu vida mortal para terminar creyendo.
Es como tratar de alcanzar las nubes de un solo salto. A sabiendas que no lo lograrás, está en tu conciencia el ver trampolines para rozar el rocío que compone un cúmulo. No obstante, solo necesitas un poco de…… Buena Fe.
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