En éste tiempo veo como miles se comunican de una forma que estaba escrita en los libros y eso llegó a ellos de la imaginación que volaba ya, en quienes pudieron ver una necesidad cultural, social y humana.
Yo, en estos momentos escribo desde mi posición, viendo el fenómeno de forma muy superficial. Al parecer había otros, anteriormente, siendo la versión 7.0 la que está inserta en mi ordenador. Indiscutiblemente, veo como este programa y sus cualidades tiene a tantos sujetos a éste evento que pronto se convertirá en el emperador de las comunicaciones.
La simbología es un par de figuras que evocan seres sin definición de ningún tipo, pero que dan un aspecto de hermandad y bienestar. Para partir se debe iniciar la sesión y luego de unos segundos, uno se encuentra preparado para establecer comunicación instantánea con otra persona. Lo anterior, depende si es que uno tiene correos electrónicos (gmail, hotmail) almacenados e indicados como contactos.
La brutalidad de ésta nueva forma de comunicación –digo brutal por su fiereza- es que ha torcido nuestra forma de vernos a nosotros mismos y de reflejarnos ante los demás. Por una parte damos fe, a cada minuto, que tenemos capacidades de escritura; logramos demostrarnos, por medio de imágenes, investirnos de una metáfora única dado que podemos mostrar una imagen nuestra –la mejor lograda obviamente- u otra efigie que represente cual es nuestra tendencia.
Sin lugar a dudas uno de los factores más significativos, es que se ha obtenido un paralelismo en las condiciones. Hoy, todos podemos ser cajas de pantalla y letras emergentes, diciendo de paso que: a la hora de ingresar a la conectividad, emergimos en el costado inferior derecho en tantos ordenadores, como nos tengan contemplados. Originándose un hola tan grande, como conexiones (mías y de otros) existan ingresadas al MNS.
Esto lo estoy viviendo hoy, y es lo que quería decir que me está ocurriendo.
HSQO
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